Señoras y señoras. O señores y señores. Y es que la ideología de género traspasa la barrera de las luchas sociales y del lenguaje (hasta podemos ver a un Piñera refiriéndose a las 'chilenos y chilenas') y llega al mundo de las tendencias. Se viene el look andrógino, que en palabras de la siempre respetable Real Academia de la Lengua Española, se refiere a 'rasgos externos que no se corresponden definidamente con los propios de su sexo'.
Hablemos claro. Es una lata tener que verse femenina todos los días. Taco, punta, punta, taco y un dolor de espalda que te lo encargo. Gracias a las feministas de los años 60', época de la liberación sexual, el boom de los anticonceptivos y el despertar del promiscuo que todos llevamos dentro, podemos hoy decir que la tendencia que marca la temporada que viene (otoño-invierno 2010) es la de la ambigüedad de género. Las mujeres empezaron a extirpar de sus cuerpos las labores de cualquier cosa que tuviese que ver con el cuidado de la casa y con ello, las tenidas que las acompañan; es decir, delantales, collares de perlas y zapatos de charol con taco. Se empieza a usar la corbata, pantalones y zapatos con cordones. Los hombres (irónicamente) acompañan a las mujeres en esta tregua de masculinización social y revierten los roles: los hombres usan faldas y pelo largo, como bien recordaremos en Woodstock, por ejemplo. En todo caso me gustaría aclarar que las temporadas no suelen tener sólo una tendencia. La moda es muy amiga del arte y como tal, también pasa por la teoría del péndulo: cuando un estilo se vuelve trillado y es imposible de reinventar porque ya se ha reinventado todo, se retorna a su opuesto. Como ahora las directrices apuntan a la masculinización de la mujer, todo lo que tenga que ver con esa época es bienvenido y por eso tuvimos el año pasado mucha presencia de flecos, también referentes al las corrientes hippies.
Tras la era de 'peace' y el 'rock&roll' (dato curioso: el origen de este género musical se lo atribuye a Bill Haley y su grupo 'Haley's Comets', quienes escribieron 'Round around the clock', tema interpretado recientemente por Eliott Yamin en el Festival de Viña del Mar, representando a USA en la competencia internacional) llegaron los 70' y con ellos el gran ícono de la moda andrógina: Diane Keaton, la siempre musa de Woody Allen (aunque algunos piensen lo contrario). Podemos verla en las películas 'Annie Hall' o 'Misterioso asesinato en Manhattan' (de los años 80') vestida con pantalones masculinos aunque conservando su identidad femenina.
Pero el reciclaje de este estilo parece llegar pisando fuerte. Hace tiempo que vemos a una Agyness Deyn con pelo corto en los anuncios publicitarios de Jean Paul Gautier. La modelo británica (denominada la nueva Kate Moss, la más desenfadada de las Top Models de los 90') hace por lo menos un par de años que apuesta por una mezcla entre prendas convencionalmente masculinas y femeninas. Si a Diane Keaton la podemos encasillar como la clásica de las andróginas, a Deyn tenemos que denominarla la vanguardista del estilo con un look más rockero y ochentero, que se deshace de lo poco femenino que quedaba en el look. Y es precisamente esa la veta que veremos en los escaparates de las tiendas entre marzo y abril.
Y aunque yo no soy nada partidaria de confundir roles en la sociedad, este tipo de renovaciones de moda tienen dos beneficios: comodidad y economía. Muchas de las prendas del 'androginismo' son adaptadas al cuerpo femenino con la base de la comodidad de la ropa masculina (pantalones entallados y ausencia de tacones); además, esas mismas prendas pueden haber sido recicladas del vestuario de los hombres de la casa o se pueden encontrar a un precio considerablemente menor en tiendas de segunda mano, lo que abarata los costos que exige estar al día en términos de moda en la sociedad.
Si quieres ponerte al día con tu ropa, recicla prendas viejas de tus padres o visita las tiendas Nostalgic y Orange & Blue. Seguro encontrarás sombreros, pañuelos o chaquetas que encajen con la definición de andrógino: que parezcan hechos para hombre.
Muy interessante su apresiacion, y que bueno que usted haga mencion de la SALUD, y la comodidad. Los varones en especial se han visto muy afectados por estilos de vida que hasta deterioran su salud y su calidad de vida, pero no se atreven a decir nada, es posibleque sea por que algunos lo consideran impropio.
ResponderEliminarLas enfermedades modernas de los hombres esta intimaqmente relacionadas con los deficientes diseños de algunas prendas de vestir, como el OVEROL o pantalon, los bocxer ajustados, la correa o cinturon que sirve de torniquete causando enormes molestias, y el tiro o costura central del pantalon. Pues ninguna parte de la anatomia del hombre es mas maltratada y magullada que los genitales. Las FALDAS, y vestidos no-bifurcados son una respuesta muy apropiada, por salud y comodidad e innovacion. El pantalon para el hombre es todo un atentado contra su virilidad.
Bienvenidas las FALDAS, (sin boleritos, ni encajes o recogiodos, o estampados femeninos); estos les lucen mas a las mujeres. Pero las faldas para los hombres son mas que una necesidad.